Descripción
Set Dental Hidráulico / Eléctrico Flexible
Los tratamientos que se realizan con mayor frecuencia en odontología equina incluyen profilaxis, procedimientos de limado, y restauraciones de dientes y molares. Sin embargo, existen otras posibilidades terapéuticas efectuadas con menor frecuencia por su complejidad y costo, pero también merecen atención. El Set Dental Hidráulico / Eléctrico Flexible es un equipo compacto y de alta gama para estas intervenciones médicas.
El Set Dental cuneta un motor de alta revolución, con flexible reforzado, lima de ángulo recto, lima maxilar, lima mandibular; Se pude agregar de manera opcional, un arnés para su operación y transporte cómoda y segura.
Motor EVOLUTION (conjunto completo)
– Bolsa Watercooling
– Flexible Quickflex 1,20 m con muelle – Watercooling
– Flexxidisc larga curva twist – Watercooling
– Polyfloat larga recta twist – Watercooling
– Fresa bobina ø 18
-Lima de ángulo
– Cepillo de inox con soporte – oferta
-Maletín para instrumentos Trolley – oferta
Largo: 48 cm; Ancho: 34 cm; Altura: 17 cm
Origen Francés/EEUU
GENERALIDADES E IMPORTANCIA EN MEDICINA VETERINARIA
Autores: LINA MARCELA RODRÍGUEZ JIMÉNEZ / ANDREA DEL PILAR URIBE DÍAZ
RESUMEN
A través del tiempo, los equinos han evolucionado tanto anatómicamente como en sus hábitos alimenticios debido a su domesticación, por tanto, su dentición ha cambiado pero es la huella que permite conocer su edad. En la práctica de clínica veterinaria es necesario conocer la estructura y fisiología de la cavidad oral, y la manera como se manifiesta la presencia de alteraciones de orden dental que afectan a los equinos, y de qué forma se debe realizar un correcto examen clínico de dicha cavidad, facilitando el uso de tratamientos preventivos y, en el caso de que exista una afección, llegar a un diagnóstico acertado y posteriormente establecer el tratamiento adecuado. Es importante tener en cuenta que la odontología veterinaria se ha descuidado por parte de los profesionales dejando que sea invadida por empíricos u odontólogos humanos.
INTRODUCCIÓN
Los problemas dentales en los equinos son de gran importancia en la práctica veterinaria ya que si no son tomados en cuenta se puede estar incurriendo en dificultades mayores que provoquen grandes daños en el animal; estos problemas se pueden relacionar con la aprehensión de los alimentos, la mala masticación y deglución, y también con el mal uso de los frenos a la hora de trabajar los caballos.
Es importante resaltar que la aparición de alteraciones dentales afecta de diversas formas la salud y compromete la digestión del animal, por tanto, es fundamental tener buen conocimiento práctico de las fórmulas dentarias, la estructura de los dientes y el tiempo de erupción normal de estos, y así emitir el diagnóstico acertado de los principales problemas de la cavidad oral en los equinos (Navarrete, 2008).
El objetivo de esta revisión es destacar la relevancia de realizar tratamientos odontológicos en los equinos, tanto preventivos como curativos, resaltando la importancia de tener el conocimiento y la habilidad suficientes para realizar dichos procedimientos, iniciando desde la estructura anatómica y abordando la fisiología dental, así como también describir el protocolo de examen clínico odontológico y la interpretación de los signos cuando se están presentando enfermedades de tipo dental; por último, enunciar las enfermedades dentales más comunes.
GENERALIDADES ANATÓMICAS Y FISIOLÓGICAS DE LA CAVIDAD ORAL
Los equinos, según su dentición, son clasificados como difiodontos, ya que tienen dos juegos dentales, los temporales o de leche que solo incluyen incisivos y premolares, y dientes permanentes que son secundarios o adultos (Dixon, 2002).
Como mamíferos tienen cuatro grupos de dientes: incisivos, caninos, premolares (PM) y molares (M) desde una vista rostro-caudal; estos dos últimos son confundidos con facilidad ya que morfológicamente son casi idénticos y su función principal es triturar el alimento, por tanto, en muchos casos los premolares y molares se conocen como “dientes de la mejilla” (Baker y Easley, 2005; Pence, 2002).
Cada grupo de dientes tiene ciertas características morfológicas y, por ende, tienen una función que los caracteriza. Los incisivos son específicos para la aprehensión y el corte de los alimentos, los caninos son empleados en caso de defensa o ataque, y los premolares y molares actúan como molinos para triturar lo que el equino ha ingerido (Baker y Easley, 2005).
Estos se distribuyen de manera distinta en la dentición decidua y permanente, si se comparan con el ser humano, y en algunos equinos se puede encontrar un diente típico de la especie conocido como diente de lobo (Ardila y Montoya, 2009).
La dentición decidua contiene seis incisivos superiores, seis molares superiores, seis incisivos inferiores y seis molares inferiores (Ardila y Montoya, 2009).
En los permanentes la fórmula dental está constituida por 36 o 44 dientes, de acuerdo con la presencia y el número de caninos o premolares (dientes de lobo) (Townsend et ál., 2008, Dixon 2002). Además, en los adultos los caninos, el diente de lobo y los molares no tienen dientes precursores o deciduos (Dixon, 2002).
NOMENCLATURA DENTAL
A diferencia de la nomenclatura dental humana, la equina, regida por el sistema triada modificada (figura 1) (Dixon, 2002) usa tres dígitos para identificar cada diente, numerando cuatro cuadrantes en el sentido de las manecillas del reloj, iniciando desde el 101, que corresponde al incisivo central derecho, hasta el 411, que identifica el tercer molar inferior derecho (Ardila y Montoya, 2009; Dixon, 2002).
Otros tipos de nomenclatura son el sistema tradicional, en donde se numera por grupo dental, usando la letra inicial y su número correspondiente, desde el I1 hasta el M3; y por último, otra forma de numerarlos es incisivos del 1 al 3, canino, diente de lobo (si se encuentra presente) y premolares y molares del 1 al 6 (figura 2) (Pence, 2002).
Las superficies dentales, al igual que la ubicación de los dientes, son importantes en el momento de evaluar una patología presente; de esta forma se sabe el lugar exacto de la lesión o de la afección dental. En la figura 3 se explica gráficamente cómo deben de- nominarse estas superficies según la ubicación de los dientes, teniendo en cuenta que para los incisivos existe una superficie labial e incisal, también mesial (acercándose al incisivo 1) o distal (alejándose del incisivo 1); en cuanto a los premolares y molares existe la superficie oclusal (sobre el premolar o molar), bucal (hacia el carrillo bucal) y lingual (hacia la lengua), de esta forma la nomenclatura y la ubicación dental son más específicas en el momento de referirse a una patología (Pence, 2002; Dixon, 2002).
Los dientes tienen componentes básicos que indican su estado, y que constituyen la estructura anatómica que los mantiene funcionales, entre estos se encuentra el cemento dental que cubre la superficie externa del diente antes de la erupción y llena el infundíbulo de incisivos y molares. No tiene suministro de sangre después de la erupción y sirve para rellenar irregularidades de la superficie y proteger el esmalte (Pence, 2002).